{ De nuevo a casa } Edward Cullen

Vampiro Mensajes : 80 Fecha de inscripción : 12/08/2008 Localización : Prado.

Estaba sumido en la lucha encarnizada hasta que un fuerte olor dulzón y extremadamente tentador se incrustó fuerte en sus fosas nasales y por cada uno de sus poros.Paró en seco un momento.La Sangre de Allen.Derramada.Sus ojos inyectaron en cólera y se deshizo ferozmente del resto de enemigos que quedaban a su alcance, para después correr hacia donde procedía el olor.Cada vez que lo sentía más cerca, la pozoña acudía rauda a su boca.Tuvo que cortar su respiración para poder soportar mejor la cercanía a la sangre.Al fin le enontró.Tendido entre cristales y al lado de la televisión destrozada a su lado.De ésta saltaban pequeñas chispas.

El enemigo le miró con furia.Entonces, saltó de nuevo sobre Allen.Pero, antes de llegar a este, un sonido de dos rocas colisionando volvió a llenar el ambiente.

El nómada había chocado contra el cuepo de Cullen, que había interferido a tiempo en medio de los dos cuerpos.Haciendo esfuerzos sobrehumanos por no abalanzarse hacia el cuerpo que protegía, se lanzó contra el vampiro, provocando que aterrizaran sobre el sillón y este se convirtiese en astillas.Salían rugidos de ambas gargantas, y brazos rápidos se movían, dejando rastros de zarpazos en los rostros de ambos.

Edward recibió un golpe a la altura de las costillas, dejándole marcas de zarpazos.Adolorido, soltó un gemido que fue rápidamente acompañado por una mordida de este en el cuello del enemigo; arrancando parte de la dura piel del vampiro.

Un par de rugidos más llenaron el ambiente y luego...silencio.Sólo se escuchaban las respiraciones de uno de lso indviduos; el que yacia tendido sobre un montón de cristales: Allen, acompañado por unos qejidos agonizantes del mismo.

Edward apretó fuerte la mandíbula y se arrodilló al lado del chico.

- Allen.. -Susurró mientras le sostenía en brazos y le mecía despacio.- Allen, contéstame. -Levantó la voz que se tiñó de ansiedad.

El vampiro se lo quedó mirando con una sonrisa burlona en sus labios, observando como fluía la sangre, dejando un pequeño charco teñido de rojo.
Aquel ser mostró sus colmillos, ansioso por morder y succionar toda la sangre del otro. Se relamió los labios con ansias, con deseos de devorarle.
Ya no resistía más, se abalanzó sobre el cuerpo tendido en el suelo, pero algo le interrumpió, otro de los suyos.
En una pelea sangrienta, intentó luchar por su presa, pero fue un intento inútil, cosa que no logró hacerse con el otro.

Temor y dolor…
Su cuerpo no correspondía, ni si quiera los dedos de las manos, no podía mover nada, su cuerpo estaba completamente inmóvil.
Solo escuchaba el ruido de la respiración del vampiro, cosa que después, sin saber que sucedía escuchó a otro más.
Quien sabe… Quizá era otro que se estaba peleando para ver quien acababa con el… No lo sabía… Solo escuchaba el ruido, los rugidos, golpes, gemidos de dolor… Todo aquello en un mismo salón…

A los minutos ya no escuchó nada… Solo su nombre, alguien le llamaba, abrió un poco los ojos, quería alzar el rostro y observar quien era pero le era imposible…
Pero distinguió esa voz, era él, Edward.
Le había ayudado por segunda vez, le estaba eternamente agradecido, quería decirle, pero su voz no salía, en aquel momento solo tenía ganas de cerrar los ojos y poder dormir un poco para así recuperarse.
Y así hizo.
Los cerró lo lentitud, ahora todo estaba de color negro…

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Vio cómo el chico entreabría sus ojos, pero nada.Ni una palabra, ni un movimiento.Estaba inmóvil.Lo único que le tranquilizaba era que su corazón seguía latiendo.No estaba todo perdido.

- ¡Allen! -Llamó una vez más.- ¡¡Maldita sea, Allen!! ¡¡Respóndeme!! -Estaba fuera de sí, presa del pánico.No quería perderle todavía después del esfuerzo de ambos porque permaneciese con vida.

Lo zarandeó más fuerte y rápidamente se dirigió con él en brazos hacia el baño.Abrió con una mano la llave de agua fría, sosteniendo al pequeño mientras con el otro brazo y recargando su cabeza en su hombro.

Con cuidado, depositó al niño en la bañera, haciendo que el agua fría le diese de lleno, para así espabilarle.La sangre comenzó a limpiarse de su rostro con una velocidad asombrosa, dejando ver un poco la herida.Con cuidado, Edward le acarició el rostro, esperando a que el chico le diese una señal.

- Allen...abre los ojos. -Le susurró en su oído.

Su nombre… Alguien le llamaba de nuevo, era el mismo de antes, lo reconocía. Quería hablarle, decirle que todo iba bien, que no pasaba nada, solo necesitaba dormir… Solo un poco…
Sus latidos seguían, poco a poco pero con buen pie, la sangre fluía de sus heridas, parecía que no fuese a parar.

Silencio… Todo estaba con calma, se estaba bien, era un lugar grande, acogedor… Se podría quedar allí, no era tan malo a primera vista.
Pero algo le impedía quedarse, era un lugar como él deseaba, pero aún no quería… No quería ir allí, de momento no, tenía cosas que hacer, cosas porque descubrir para terminar en un sitio igual, tal vez algún día…

Estaba cogiendo… ¿Frio? Algo gélido pasaba por su cuerpo, mojándole por completo, haciendo que sus ojos llegaran a abrirse de nuevo, si no antes ver el paisaje que tenía delante, seguramente algún día volverá.
Los abrió, abrió poco a poco los ojos, quedándolos entrecerrados, sin luz propia, como ido.
Deslizó la mirada hacia un lado, notando algo en su mejilla, pero no sentía gran cosa, su piel era fría como aquella mano, quizá sea por causa del agua que había congelado su cuerpo.

Siguió deslizando su mirada poco a poco, observando a Edward a su lado, estaba allí, no le había dejado ni un segundo, no se había apartado de él, un sentimiento recorrió su cuerpo, se podría decir que ese sentimiento se llamaba… Felicidad.

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Siguió mirando al chico con expectación, hasta que comenzó a abrir poco a poco los ojos.No dijo nada, pero ese gesto fue suficiente para él.Cerró el grifo con rapidez y le sacó de allí desaciéndole de su ropa, dejándole solo con la interior.Le envolvió en una toalla y lo sentó en su regazo mientras él se apoyaba en la tapa del váter, ahora cerrada.Lo apretó fuerte contra su pecho y comenzó a acariciarle los brazos sobre la toalla, para intentar calentarle con la fricción.

- Allen... -Hizo una pequeña pausa.- Allen, ¿puedes escucharme?

Le apartó los cabellos mojados del rostro y le besó con cuidado la frente.

- Esto es importante Allen, necesito que me escuches... -Le miró a los ojos con cuidado.- Tienes algunas heridas que hay que cerrar...para que no sigan sangrando.Necesito saber si tienes material para coser, aquí en casa.Necesito cerrarte la herida, ¿comprendes? .Necesito que me respondas.

Hacía frio, su cuerpo tembló levemente en contacto con el agua fría, era una buena señal, su cuerpo reaccionaba.
Solo sintió como le despojaban de su ropa y le cubrían con una toalla, cual calor volvía en su cuerpo, sintiendo las caricias en sus brazos, sintiendo calor en ellos.
Quería cerrar los ojos de nuevo, pero sabía que si los cerraba quizá no despertara, así que hizo un esfuerzo para no cerrarlos.

No correspondió, sabía de que le estaba hablando, sabía que quería decirle, le está escuchando, quería hablarle, pero no podía le fallaba la voz.
Intentó con otro método…
Dirigió su mirada fuera del baño, en una puerta que había al lado de la pared del frente, pudiéndose ver una pequeña parte de esta.
La estuvo mirando todo el rato, con los ojos entreabiertos, queriéndole decir que allí se encontraban las cosas de emergencia, las medicinales y demás.

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Se le quedó mirando.No respondía, sin embargo estaba consciente y hasta unos segundos después no pudo darse cuenta de que estaba señalando algo.Enfocó su visión en el que creía que mostraba el pequeño hasta que fijó su vista en un armario.Estaba entreabierto.Entrecerró los ojos y se levantó cargando a Allen en brazos.

Lo abrió del todo, para sacar un pequeño botiquín.Lo cogió con la mano libre y se volvió a sentar donde antes.

- Está bien.Escucha; tengo que desinfectarte y darte puntos.No tienes de qué preocuparte, he estudiado medicina.

¿Y cómo no hacerlo cuando se tenía toda la eternidad por delante?

- Puede que te resulte un poco molesto, así que hazte todo el valiente que puedas. - Dijo mostrando una mediana sonrisa para después sacar el agua oxigenada y verter un poco sobre un trozo de algodón.

Comenzó a pasar el algodón con suavidad sobre la pequeña raja que poseía el chico en la cabeza, así como las demás heridas.

Le dolía todo el cuerpo, quizá no se quejara pero en su rostro lo más probable es que ya se sepa.
Dejó recargada la cabeza en el pecho del otro, parpadeó débilmente mientras que observaba por donde iba, efectivamente, le había entendido…
Observó lo que cogía, ya empezaba a mentalizarse de que lo que haría sería doloroso, cosa que tendría que aguantarse.

Una vez más, volvieron al lugar de antes, en donde observó a Edward, mirando los movimientos de este, después cerró los ojos una vez que sintió el algodón con el agua oxigenada en las heridas, tendría que aguantarse hasta el final.
Le dolía, no había duda, pero quizá sería durante unos instantes o por segundos, o quizá por unos días…

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