El chico caminaba por las calles de esa gran ciudad sin poseer un rumbo fijo al cual dirigirse, simplemente se dejaba llevar.
Miraba como las familias con sus hijos salian a pasear y eso le traia nostalgia, ya que nunca tuvo una familia con la cual salir a divertirse... solo , esa palabra que siempre se encontraba en su mente, la soledad...
Siguio caminando hasta llegar a un puesto de helados, lo miro y sonrio
- hace mucho calor hoy, creo que comprare uno- dijo para si mientras se acercaba a la tienda. Pidio el suyo y luego siguio con su caminata...
Al cabo de un rato, comenzo a sentir una extraña presencia... le seguia? no, simplemente era alguien que pasaba por el lugar. Pero aún así reconocio la extraña sensación... era un vampiro. Desde que fue expulsado tuvo una mala experiencia con uno de ellos, por lo que sentia algo de temor cuando uno se le acercaba... pero algo superable, no dejaría ver nunca sus debilidades ante las demás personas.
Lentamente se dio vuelta para quedar mirando a dicha persona, que se acercaba sigilosamente a él....